9.4.06

BLOQUE

Alguien presentó alguna vez ante mis ojos un párrafo semejante. Monolítica muestra de desinterés por el interlocutor, y a la vez, evidencia de un caos de ideas habitando la corteza del alma a la espera de poder fluir al medio a través del escape que representa exponer los caracteres escritos del idioma. Si uno espera enseñar o rebatir no tiene ningún caso presentar una respuesta de este tipo, por ejemplo en una discusión o argumentación, porque se corre el riesgo de aburrir mortalmente a la otra parte antes de lograr entablar siquiera un diálogo, y se truncan definitivamente las esperanzas de llegar a puerto alguno. ¿Para que puede servir entonces semejante derroche de energía y palabras acomodadas una detrás de otra? Realmente para poco, que no sea una salida para la presión que ejercen las ideas sobre dicha corteza, cuando excede el límite tolerable. Porque las ideas, al igual que la sangre y como también el humor o el aire, ejercen una presión. Presión que se manifiesta incontenible y amenaza con una terrible explosión si no se soluciona de manera inmediata. Aquí, la pluma y el papel permiten aliviar esta necesidad permitiendo una sangría placentera y constante, hasta encontrar nuevamente el equilibrio. Como todas las acciones opuestas incidentes en el ser, que cuando se equilibran nos indican que hemos sido devueltos a la “normalidad”. Y normalidad entre comillas, porque acaso sea ese otro incómodo estado lo verdaderamente normal, mientras que la sensación relajada –el deseado equilibrio- sea solo el efecto del paliativo que actúa como un sedante temporal de la conciencia, en tanto se gesta internamente la próxima crisis ¿Quién puede afirmarlo? Por otro lado, muchos usan constantemente este modo en su afán de mostrar un vasto conocimiento de muchos temas y pretendiendo encadenar ideas que son totalmente disímiles. Alguno pretende calumniar a su intención de “dialéctica”, cuando tras sus palabras –que se van por las ramas- solo se manifiesta una profunda ignorancia y el único don de usar expresiones de otros para armar un ridículo collage y proceder a descalificar basándose en prejuicios y en pobres opiniones personales. Así se conocen dos caras posibles para un mismo bloque, aunque sea este bidimensional. Y no es fácil –si no se está familiarizado con la causa- sobrellevar un texto como este, ni siquiera siendo su autor. Aún con buena voluntad, un solo intento puede no ser suficiente para llegar al final de una intención. Cada nueva línea añadida, cada salto en la intención original presenta otra vez la tentadora opción de desistir y pasar la página, o de condenar a la hoguera el engendro generado de esta forma: un bloque que más que concreto es “de concreto”.


Dedicado a los héroes diarios que deben leer este tipo de párrafos en los foros de Internet. La imagen: El popular bloque de hormigón para mamposterías, de similar peso específico.

3 comentarios:

  1. Gracias por la dedicatoria. Me toco leerlo...
    Saludos

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  2. A decir verdad pocos párrafos de este tipo leo ahora, porque enseguida me aburro y mi concentración se va a dar un paseo por las nubes. De tal forma que si persisto soy capaz de llegar al último renglón del texto sin tener ni idea de lo que he leído. Eso me sucedía de estudiante con algunas plomizas materias.

    Besos Tony y muchas gracias por acompañarme en mi humilde rinconcito.

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  3. Dicen que "guerra avisada.." ya sabes, así que nadie podrá decir que sufrió leyendo tu "bloque" (pienso yo), además tu pensamiento es claro y el propósito de fustigar de esta irónica manera a tanto soberbio que abunda en los foros esta plenamente cumlido. Un saludo.

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