12.2.21

Cresta

Pies
lentos
transitan
el
filo
—a los costados se adivina el vacío, que es un sólido invisible.

Avanzar acerca el cielo, y éste se presenta al alcance de la mano. Partículas que atestiguan regularmente la divinidad, acarician la piel. La humedad alcanza las grietas del ánfora; extiende su utilidad al tiempo que sella su destino.

En el final del camino, todo deberá terminar unido. Los pasos trastabillantes, el peñasco y aún el vacío.

Santalum

Volvieron los días fríos y con ellos la acuciante necesidad de recordar su calor. Miradas indirectas de sonrisas ignorantes, inconscientes d...