2.10.05

Miradas cruzadas

El pequeño se detuvo una vez más para contemplarlo.

El circunspecto rostro concentrado en el diario y el café, le inspiraba respeto, y a la vez disfrutaba cuando él hacía un alto en su silencioso examen y le leía alguna noticia. No tenía la menor idea del significado de todas esas palabras, pero estaba seguro que debían ser muy importantes… y ponía la mejor cara de asombro al tiempo que asentía al relato. Era entonces cuando a través de las gafas –aquel adminículo indispensable para comprender las palabras, adminículo que él aún no tenía- los verdes ojos adquirían ese conocido brillo al tiempo de fijarse en él y le devolvían una sonrisa.

Lo observaba también cuando la expresión de sus ojos se oscurecía y el ambiente se entristecía, cuando parecía preocupado por alguna noticia. Entonces aprovechaba para contarle lo que le había sucedido, aquel juego que había inventado, o las ingeniosas deducciones que siempre lo divertían y podía observar como los ojos recuperaban su brillo al escucharlo.

Recordaba que su curiosidad lo llevó a probarse los anteojos para entender como podían estos manifestar el significado de las palabras o arreglar aquellos juguetes que se rompían o que insistían en funcionar mal. Mucha fue la decepción al ver que las palabras no cobraban sentido a los ojos y aún parecían más informes que antes, pero al mismo tiempo recordó aquella vez en que tras tomar las gafas equivocadas, su vigilado protagonista tampoco había podido empezar con la lectura de un libro. Entonces comprendió que necesitaría las suyas propias ¡Cómo deseaba parecerse a él! ¡Cómo quería comprender aquellas noticias que tanto le interesaban, para poder decirle algo más! Pasaba tanto tiempo mirándolo y aprendiendo de él… Pero aún deseaba su aprobación, poder llamar su atención. Lo que solo supo mucho tiempo después, es que en aquellos momentos, el también lo había estado mirando…

2 comentarios:

  1. cuánta dulzura!!!
    voy de a poquito degustando este pequeño rincón de la web tan tuyo.

    ResponderBorrar
  2. muchas gracias Laura! aunque no actualizo este espacio al ritmo que desearía, siempre estamos por aquí, leyendo y escribiendo... Y por lo pronto, te invito a conocer y seguir recorriendo el resto de la casa... un saludo!

    ResponderBorrar

Santalum

Volvieron los días fríos y con ellos la acuciante necesidad de recordar su calor. Miradas indirectas de sonrisas ignorantes, inconscientes d...