Tiempo de Pascua
Una vez más llegamos al tiempo conocido como Semana Santa. Para algunos, tiempo de reflexión y para otros un momento de descanso e interrupción en la rutina. Al igual que la Navidad, esta fiesta se ha extendido más allá del mundo cristiano, pero a diferencia de esta, no ha perdido tanto su significado original. Quiero ahora recordar de una manera sencilla y sin grandes interpretaciones teológicas, lo que significa este tiempo para el cristianismo.
Semana Santa es el momento en que se recuerda uno de los principales acontecimientos en la vida de Jesús: su pasión y muerte. Los evangelios ponen un especial énfasis en esta etapa de la vida de Jesucristo ¿a que se debe esta especial atención? Trataré de responder esta pregunta haciendo un breve repaso a la vida de Jesús.
- En el pueblo de Belén nacía un niño. El niño nacido era perfectamente hombre y perfectamente Dios y había venido al mundo con un propósito: El de reanudar la relación de Dios y el hombre, una relación que el hombre había menospreciado y en consecuencia Dios había decidido esconder su rostro. Este nacimiento era un hecho maravilloso en sí, pero era solo el principio del plan divino.
- El Cristo inicia su ministerio a los hombres y anuncia el anhelo de Dios por la humanidad y cuan necesario era que el hombre se vuelva de sus malos caminos para buscar a Dios. Este periodo es recordado por los milagros y enseñanzas de Jesús, ampliamente conocidas en el mundo actual y que muchos valoran aun sin considerar el punto de vista espiritual.
¿Qué más hacia falta? Aún faltaba que Dios diera la mayor muestra de amor: morir por aquellos a los que amaba y que aún en esas circunstancias se mostraban enemigos suyos. Desde la limitación que el mismo se había impuesto al nacer como hombre, decidió sufrir la injusticia de ser ejecutado sin haber hecho JAMÁS algo mal. Y es importante remarcar que lo hizo en forma vicaria, esto es, en representación de aquellos que si merecían esa ejecución, y para que la relación entre Dios y el hombre se reanudara. Es por esto que los escritores de los evangelios centran su mensaje en estos acontecimientos, para que el hombre pueda conocer donde esta la importancia de la visita divina a la tierra.
Finalmente, Jesús hubiera sido un mártir más en la historia si todo hubiese concluido en una tumba fría, pero no concluyó así, sino que la tumba está vacía porque El resucitó, venciendo a la muerte y hoy vive para siempre. ESTE es el mensaje central del cristianismo, el mensaje del Amor que venció a la muerte y al pecado, un precioso regalo a la humanidad, una oportunidad de redención y salvación. Cuando miremos a la cruz o a cualquier otra representación de esos momentos –cuadros, esculturas o películas- recordemos ese mensaje y por sobre todo que la historia no terminó en la cruz.
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