Volvieron los días fríos
y con ellos
la acuciante necesidad de recordar su calor.
Miradas indirectas
de sonrisas ignorantes,
inconscientes de la medida de su dicha.
Días largos
de los años en aislamiento,
de fuego interior
y renacimientos largamente esperados,
que aún emanan su aroma en el tiempo.