28.12.12

insomnios

El cuarto de la luna delata la sinuosidad del lienzo invisible. Una danza estival se adivina ebria sobre la extensión; seduciendo, asesinando, devorando con fruición un mar de agitaciones, de corrientes huracanadas de supervivencia y mudos anhelos de existencia.

El canto hipnótico del silencio captura almas para su anfiteatro y la vigilia es implacable cuando el circo de la oscuridad ha comenzado la función. El espectáculo cansino gobierna la voluntad y la sujeta a sus apetitos impiadosos.

Los cabellos del tiempo ondulan susurrando un espacio que no es presente, que solo sabe desdoblar futuros al infinito, a ritmo constante y sin repetir un solo movimiento. Sus filamentos acarician la faz de la cálida noche y translucen la mañana que todavía está muy lejana y ya enfrenta una sentencia irreversible.

2.2.12

infortunio

Erase una vez una buena idea, desposeída torpemente de síntesis, muerta a manos del excesivo entusiasmo, verdugo de quienes dan pasos bienintencionados en la dirección equivocada.

busquedas (VI)

En el sínodo de dos miradas un presente sin dimensiones contiene por un segundo todo el Universo antes de plegarse y desaparecer, entre erra...