insomnios
El cuarto de la luna delata la sinuosidad del lienzo invisible. Una danza estival se adivina ebria sobre la extensión; seduciendo, asesinando, devorando con fruición un mar de agitaciones, de corrientes huracanadas de supervivencia y mudos anhelos de existencia.
El canto hipnótico del silencio captura almas para su anfiteatro y la vigilia es implacable cuando el circo de la oscuridad ha comenzado la función. El espectáculo cansino gobierna la voluntad y la sujeta a sus apetitos impiadosos.
Los cabellos del tiempo ondulan susurrando un espacio que no es presente, que solo sabe desdoblar futuros al infinito, a ritmo constante y sin repetir un solo movimiento. Sus filamentos acarician la faz de la cálida noche y translucen la mañana que todavía está muy lejana y ya enfrenta una sentencia irreversible.
El canto hipnótico del silencio captura almas para su anfiteatro y la vigilia es implacable cuando el circo de la oscuridad ha comenzado la función. El espectáculo cansino gobierna la voluntad y la sujeta a sus apetitos impiadosos.
Los cabellos del tiempo ondulan susurrando un espacio que no es presente, que solo sabe desdoblar futuros al infinito, a ritmo constante y sin repetir un solo movimiento. Sus filamentos acarician la faz de la cálida noche y translucen la mañana que todavía está muy lejana y ya enfrenta una sentencia irreversible.
Me encantó. Muy lindo. Para qué agregar más adjetivos :)
ResponderBorrarGracias Rosario! Bienvenida a este repositorio de letras trasnochadas...
ResponderBorrar¡Qué profundidad en tus palabras y cuánto se dice entre líneas! Es un texto para leer y releer.
ResponderBorrarTe deseo un año 2013 muy feliz, Tony, y te mando un gran abrazo.