11.7.06

…en el intento de vivir

Solamente cuando doy con mi rostro contra su dispar superficie y percibo su maravillosa diversidad de accidentes, mi espíritu está conforme. Y este estado no me produce calma, sino todo lo contrario. El momento de mayores tensiones emocionales, la angustiosa confrontación de los propios contrastes a la luz de lo inmutable, son el verdadero disfrute. Detenerse es morir. Cuando me embargó la mortecina sensación de tranquilidad, en el equilibrio de una supuesta felicidad, supe internamente que no me era natural, que no podía permanecer en ella.

Una necia sonrisa tibia decidía asomarse entonces, pero sabía que su tiempo es el del embotamiento de los sentidos, que cuando este desaparece no queda rastro de ella, ni el recuerdo de que haya existido.

Si acaso el cúmulo de conflictos y contradicciones deciden armonizar, brindándose una tregua en su inacabable lucha, solo lo hacen para después enfrentarse más encarnizadamente aún, afiladas sus armas y garras. No puedo mediar entre ellas porque su pleito es ancestral y aún me sobrevivirá. Más bien he sido un tercero en su batalla, haciendo frente en su día, en mi noche, considerándome victorioso por el solo hecho de mantener a salvo mi parcela.

Quise alguna vez, elevando una blanca bandera, entregarme finalmente.

No más batallas ajenas ni esfuerzos interminables, pensaba: rescindir el motivo de mi defensa tenía que liberarme. Pero no era así. La falsa paz que pretendió llevarme a la destrucción hizo que apreciara aún más el fragor de la lucha.

Hoy puedo contemplar mis defectos sin sentir la urgencia de taparlos. El conflicto es un factor más en la ecuación de la estabilidad. La contradicción que nos da escala, ser y vivir como un camino interminable, como una lucha constante, anhelos inalcanzables pero que no pueden ser abandonados, todas estas cosas tonifican el espíritu, plantean un desafío que no se debe postergar porque existe el riesgo de no desear reanudarlo después.

Otra sonrisa se dibujará entonces. Será la satisfacción de encontrarse, de saberse vivo en verdad.

Imagen: Fotografía incluida en el libro Ahora mismo de Mauricio Birabent (Moris)

8 comentarios:

  1. Cuan cierto es que la felicidad no es algo que se pueda poseer y ni siquiera alcanzar pero eso no quita que se la busque y se la anhele ardientemente recorriendo ese "..camino interminable, como una lucha constante.." que le presta mayor razón a la aventura de vivir. La contradicción de nuestro fuero interno en el que se prolonga esa lucha entre bien y mal, sin esa zona gris que tanto agrada a los contemporizadores, se establecerá inclinándose alternativamente por uno o por otro, hasta que prevalezca aquel al que se haya nutrido más que al otro. Dios te bendiga.

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  2. Hola Tony, yo creo que no hay mayor felicidad que el ser feliz, es decir para unos, el ser feliz es materialismo puro, para otros es sentirse completos espiritualmente (llenando el corazon de sensaciones y emociones, yo elegido esto ultimo, por eso me siento feliz.
    Un beso

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  3. Mi niño no te tenía abandonado lo que pasa es que ando a full pero como siempre aquí estoy, a tu lado.

    En cuanto a tu escrito no es cuestión de querer vivir sino de vivir lo mejor que uno pueda.

    La felicidad depende de uno mismo y solo lo seremos cuando así lo decidamos. La felicidad es un sentimiento personal que se puede compartir espiritualmente con las personas que amamos.

    Besos.

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  4. Tony: te agradezco mucho tus palabras tanto en mi ausencia como en mi vuelta.

    Siempre es un placer leerte, en este caso un texto profundamente reflexivo que no tiene desperdicio. La vida es así, tal y como tú dices. Hay que seguir luchando por sueños, hay que seguir andando por nuestro propio camino.

    Te envío un beso.

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  5. la felicidad esta en no pensar en como nos sentimos, y en que no nos importe nunca lo que piensen los demas, Y SOBRETODAS LAS COSAS EN ACERCARNOS A DIOS.........y porfavor no se exijan tanto que no es bueno. ESPERO UNA RESPUESTA. ANONIMO.......

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  6. Estimado Anónimo: Me agrada la idea de que la felicidad no dependa de un sentimiento o de la valoración de los demás sobre nuestra situación. La felicidad es más bien una busqueda, como lo manifiestan los comentarios anteriores. Acercarse a Dios es para el creyente la forma que toma esta busqueda, donde la comunión con el Creador significa gozo permanente (una estado superior a la felicidad) y es la meta en el camino.

    Muchas gracias por tu comentario y por pasar por este sitio.

    ¡Saludos!

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  7. ojalá esa reflexión tan vital y firme fuera llevada a la práctica permanentemente.

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  8. hola tony, la felicidad para mi, solo es un haz d luz q d vez en cuando se me cruza dejando destellos imborrables en mis retinas y mostrandome nuevos caminos q me hacen decir esta bueno vivir y subsistir d la mano d esa luz divina q siempre te brinda esperanzas, q hacen a la felicidad.

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