Hoy estreno este blog con un tema apropiado a la ocasión: la Navidad.
La palabra navidad provoca en quienes la escuchan muy diferentes sensaciones. Una gran parte se emociona, considera el tiempo como una oportunidad para pasar un periodo de paz y armonía; mientras en el otro extremo a muchos les fastidia la proximidad de la fecha, por la hipocresía involucrada en estos festejos. Sin embargo, hay un pequeño detalle común a ambas posturas, y es que el 24 a la noche ninguno se ira a acostar temprano.
En estos días, en mis horas de navegación y naufragio por la red he visto todo tipo de comentarios sobre las fiestas de fin de año. Esperanzadores y desalentadores, a favor y en contra, con propuestas o protestas, desde sitios que detallan costumbres navideñas, hasta otros que proponen un club fundado en la ideología de Ebenezer Scrooge (leer A Christmas Carol de Charles Dickens), las palabras al respecto abundan en Internet, y es que… la navidad es un tema polémico.
Para empezar habría que preguntarse ¿Qué festejan exactamente aquellos que no creen siquiera en un Ser superior a su entendimiento? La respuesta es más sencilla de lo que parece… y es: NADA, porque cualquier excusa es buena para darse una buena comilona y beber hasta el exceso. En todo caso, y como no pueden considerar algo más elevado que ellos mismos, podría decirse que están haciendo un culto de su propia persona. Primero brindan con sus familias como parte de la tradición heredada y después… a la rutina hedonista de cualquier fin de semana. La siguiente pregunta es un poco más difícil de responder: ¿Qué festejan aquellos que dicen tener una fe o más aun aquellos que se dicen cristianos? Contrariamente a lo que la lógica indicaría, este grupo tiene más dificultada la respuesta a una misma pregunta ¿Qué es lo que festejas el 25 de diciembre?
En un país donde la mayoría de la población se autodenomina “cristiana”, la esencia de la Navidad o Natividad es cuando menos confusa.
- La fecha del nacimiento de Cristo es incierta, pero por lo menos, es relativamente fácil darse cuenta que no puede haber sucedido en diciembre, basándose únicamente en los relatos bíblicos. Como siempre la religión que hoy es la más poderosa del mundo, en un intento de erradicar o absorber festividades paganas (al igual que el Halloween) instituyó la fiesta en esta fecha, y aunque Lutero propuso abolir las festividades forzosamente establecidas, la gente se opuso, ya que estas fiestas se les habían hecho una tradición irrenunciable.
- Aún para la enorme masa que se dice cristiana y que acepta el 25 de diciembre como recordatorio de la Natividad, es más fácil y rápido asociar las fiestas a un personaje llamado San Nicolás o a su versión comercial (Papa Noel), que solo aporta a desviar la mirada de la Natividad
- Si se hace la pregunta ¿Cuál es la esencia de la Navidad? La mayor parte de las respuestas apunta hacia una época de convivencia y armonía, tratando de hacer extensivo el mensaje cristiano aun a quienes no comparten la fe.
Entonces vemos en la Navidad tres aspectos de mucha influencia: el económico, el tradicional y el místico.
- El aspecto económico es el de menor importancia pero el de mayor influencia, es el que mayor rechazo provoca en muchos, sin embargo, tendría un gran impacto eliminarlo de la festividad.
- El tradicional es el principal motivo para no cristianos y para quienes no gustan del aspecto comercial. Aun estos “intelectuales” no podrían con el hecho de decirles a sus hijos que ellos no creen en nada y que por eso no comparten festividades religiosas.
- El aspecto místico parece ser el menos recordado e influyente de los tres. Hoy no es popular contar historias de vírgenes que dan a luz o de Dios encarnado, no concuerda con una sociedad desacralizada (pero que no obstante se rehúsa a perder tradiciones).
Mi conclusión: la Navidad se nos hace necesaria, por diferentes motivos. Esta visto que nadie puede derribar la festividad, aun cuando esta es atacada de diferentes flancos. Sería deseable que los buenos propósitos que creyentes y no creyentes hacen se extendieran más allá de estas fechas, lo cual quitaría la imagen de hipocresía que rodea al nombre de la Navidad, pero aun los críticos no pueden mantener esta postura por mucho tiempo. Mi propuesta sería que si alguno tiene verdadero interés en esta fiesta, se acerque a la Verdad y al aspecto principal de esta y pueda obviar tradiciones impuestas e innecesarias. Tan solo dejo una pregunta ¿Qué festejas en esta Navidad?
¡Felices Fiestas!
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