tag:blogger.com,1999:blog-97447542024-03-13T14:15:20.351-03:00...al correr de la plumaAntonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.comBlogger151125tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-4051396007141766782023-05-04T23:58:00.002-03:002023-05-04T23:58:34.115-03:00Santalum<p>Volvieron los días fríos</p><p>y con ellos</p><p>la acuciante necesidad de recordar su calor.</p><p>Miradas indirectas</p><p>de sonrisas ignorantes,</p><p>inconscientes de la medida de su dicha.</p><p>Días largos</p><p>de los años en aislamiento,</p><p>de fuego interior</p><p>y renacimientos largamente esperados,</p><p>que aún emanan su aroma en el tiempo.</p><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-74676965469723809062022-08-28T13:04:00.003-03:002022-08-28T13:17:44.318-03:00La traición<p>La plaza estaba desierta. La ciudad que tanto amó y que lo vitoreaba, ahora lo había abandonado.</p><p>Algún ojo curioso observaba invisible detrás de los balcones, pero de otra forma estaba completamente solo, y ni siquiera los encargados de juzgarlo lo acompañaban en esta hora. El mediodía le rajaba la cabeza y deseaba liberar sus manos atadas solo para poder proyectar una pequeña sombra sobre su rostro.</p><p>Tiempo atrás, estaba convencido que había venido a hacer lo que ninguno de sus antecesores pudo. Su amor por el sitio que lo vio nacer excedía los límites que creía arbitrariamente fijados para quienes pasaron antes por su lugar. Se convenció que el final pondría todas sus acciones en blanco y hasta le valdría una adoración perpetua, una que ni siquiera deseaba para sí.</p><p>En la distancia y por medio de un vocero, el tribunal le anunció que era el momento de deliberar su sentencia. Él esperaría en silencio, en aquel tortuoso silencio del alma que se sabe abandonada por todo y aun por Dios, repasando acciones, pensando en qué debía haber hecho diferente, solo para concluir una y otra vez que no había otro resultado posible para su espíritu, que el de estar en la fecha presente, esperando bajo el inclemente fuego de un día despejado, palabras que jamás llegarían.</p><p>La decisión nunca le fue comunicada. Una guardia reducida se acercó para liberarlo y ofrecerle la pipa como el único de sus enseres a recuperar, lista para ser fumada, aunque no la deseaba en ese momento. Las puertas de la fortaleza se abrieron y uno de los soldados le señaló la salida sin emitir sonido.</p><p>¿Era el exilio el castigo elegido por sus jueces? Tal vez habían considerado mejor el pasado, quizá alguno de ellos valoró la parte positiva de sus acciones y convenció a los demás de enviarlo lejos, posiblemente por un tiempo, aguardando un indulto que llegaría cuando el tiempo fuera bueno y el recuerdo reciente estuviese superado.</p><p>Encendió la pipa y atravesó la muralla con la cabeza en alto, aliviado por el desenlace. Las puertas aún no se habían cerrado detrás de él, y una nube llegó para aliviar el camino que le esperaba por delante. Pudo sonreír.</p><p>En un segundo, todo se puso en negro y solo entonces escuchó el proyectil que lo alcanzaba. Lo último que sintió fue su rostro acelerándose hacia el piso.</p><div><br /></div><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-20514743057399765632022-08-06T18:38:00.007-03:002022-08-06T19:40:09.493-03:00búsquedas - (V)<p>Observa cien kilómetros hacia adentro de la espesura.</p><p>La música del monte hace desaparecer el sonido del motor,</p><p>los olores se vuelven intensos</p><p>y el silencio inexpugnable.</p><p><br /></p><p>De repente, está ahí.</p><p><br /></p><p>Sus gritos no levantan eco,</p><p>y solo puede sentirlos en su cabeza.</p><p>Las paredes verdes oscurecen bajo el cielo gris,</p><p>mientras la humedad asciende por todas las superficies.</p><p><br /></p><p>Las horas lo hacen abandonar la razón,</p><p>mientras se tiende mudo sobre su espalda:</p><p>no sabe cómo llegó,</p><p>pero sabe que no hay salida.</p><div><br /></div><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-33908867256712997622022-05-28T16:40:00.000-03:002022-05-28T16:40:10.233-03:00Un colega cumple 40 años.<p>Y mientras
compartimos un momento de charla distendida, nos cuenta una anécdota de su
tiempo viviendo en Europa, un tema que surge repetidamente al hablar con él, porque
vivió muchos años allá.</p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Todo queda en
un segundo plano al surgir la pregunta que surge simultáneamente en los que
hemos conocido otros horizontes o contemplado la posibilidad de echar raíces en
otra parte.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">—¿Por qué
volviste?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Puedo ver
que es algo que ha respondido muchas veces y que tiene una respuesta ensayada
mientras carbura, quizá tan solo para sí mismo, la razón real detrás de recuerdos
y excusas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">—La gente
en las sociedades sajonas es muy fría —dice, para sorpresa de todos los que
sabemos que él no es precisamente un canto al calor latino—. La relación de padres,
hijos y abuelos es muy diferente a lo que vivimos acá. Mi esposa es muy
familiera, y queríamos que los chicos puedan vivir eso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Una razón
muy respetable y podría ser el fin del tema. Pero estamos entre colegas y hay
mucho más para indagar. Preguntamos sobre las oportunidades de trabajo en los diferentes
lugares en los que estuvo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">—Allá nunca
es difícil el tema laboral. Conseguí trabajo ni bien llegué, incluso aunque estaba
recién recibido —nos dice.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Nosotros sabemos
que el trabajo tampoco hubiese sido complicado para un profesional de sus
capacidades en este lugar, de cualquier forma.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">—Es que… es
difícil progresar allá —confiesa luego, dejando entrever algo que no debe mencionar
siempre—. Aun dedicando todo, siempre quedás peleando en la mitad de la pirámide…
—y mientras expresa esto, el tema de conversación deriva en otras cuestiones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Quizá está
ahí la verdadera cuestión que aglutina una decisión, pienso. La familia es
importante y los amigos también. Pero lo laboral puede potenciarse mucho cuando
uno no es un forastero, más allá de la propia capacidad, y las aspiraciones entonces
son mayores. Expresarlo así suena a una ecuación, pero las decisiones trascendentes
siempre son un cálculo inefable. Superado un cierto nivel de tranquilidad
económica, empieza a pesar más el conseguir logros afectivos, sociales o quizá materiales,
pero a un nivel muy diferente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">—Lo cierto
es que extraño muchas cosas de la vida en esas ciudades… —dice volviendo al
asunto, y comienza una enumeración aparentemente caótica, que va cambiando con
el aporte de todos, que mencionan sitios como si fuesen guías turísticos. Lo
cierto es que la nostalgia de sus palabras deja adivinar algo que no puede ser
replicado acá, que vive atado a una geografía y su contexto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Se apaga la
vela, el improvisado festejo culmina con la intervención de una amiga que ya
pasó el hito.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">—¿Cómo
sentís el cambio de número?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">—Lo vengo
masticando hace un rato, es fuerte —dice él sonriendo, para quitar gravedad a
la afirmación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">—No te
preocupés, es un tiempo para empezar a disfrutar lo conseguido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">—Siempre
hay que disfrutar —responde de inmediato—, todos los momentos y lugares tienen
algo bueno —cierra, casi repitiendo una fórmula, pero con una sabiduría
inesperada que queda resonando en mi cabeza.<o:p></o:p></span></p><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-61305610688191162972022-05-02T01:52:00.005-03:002022-05-02T22:51:56.284-03:00Un díaLa noche irradia claridad sobre lo que es y lo que no podrá ser.<div><br /><div>La mañana, en cambio, es una promesa engañosa de novedad, una mentira piadosa de nuestra programación para reiniciar motores.</div><div><br /></div><div>La vigilia del insomne busca inútilmente tender un puente sobre la trampa del día, que realiza su danza eterna a pesar de nosotros.</div></div><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-71518615435560990252022-01-09T10:56:00.002-03:002022-08-06T19:15:00.930-03:00búsquedas - (II)<p>No son inusuales
las mañanas neblinosas<br />excepto en el tiempo estival.</p>
<p class="MsoNormal"><span lang="es-419" style="mso-ansi-language: #580A;">A diferencia
de los días fríos<br />
el velo no se levanta junto con el astro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="es-419" style="mso-ansi-language: #580A;">Su tono
empaña lo que fue bello<br />
aun cerrando los ojos,<br />
su zumbido infernal impide el descanso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="es-419" style="mso-ansi-language: #580A;">Una hora
más, y una hora menos<br />
esperando el próximo amanecer.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="es-419" style="mso-ansi-language: #580A;">Quizá una
nueva vuelta al sol.<o:p></o:p></span></p><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-49075227378711213212021-12-23T22:36:00.000-03:002021-12-23T22:36:14.780-03:00búsquedas - (I)<p><br /></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES">Perspectiva,<br />
un nuevo punto de vista<br />
construye mundos en segundos<br />
y arrasa toda creación de horas previas infinitas<br />
<br />
ideas incendiarias,<br />
de sinapsis fútiles<br />
<br />
evoca: “fue un día frío<br />su nombre aún vibraba,<br />
inaudible,<br />
en luz invisible<br />
y conjuró al olvido;<br />
reclamó lo que nadie sabía que le pertenecía”<br />
<br />
destellos tristes<br />
en las luces fatuas<br />
<br />
el bufón señala al sol con una sonrisa<br />
mientras quema sus retinas y un resto de razón,<br />
el soberano concede con fastidio el deseo:<br />
su súbdito podrá arder por completo<br />
<br />luego el frío de la oscuridad volverá a acogerlo.<o:p></o:p></span></p><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-41482964432142807522021-10-03T20:16:00.001-03:002021-10-03T20:16:19.195-03:00El bosquecillo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-HjMYl_LbhYs/YVo5fKc7BrI/AAAAAAAABj8/JgK2h77rHp87-JrvpYw7y2edMWpzQww-wCLcBGAsYHQ/s780/de69804351aa94b079432a61f1044f54.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="bosque de eucaliptos observado desde el nivel del suelo, en el mismo, vías abandonadas del tren" border="0" data-original-height="780" data-original-width="780" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-HjMYl_LbhYs/YVo5fKc7BrI/AAAAAAAABj8/JgK2h77rHp87-JrvpYw7y2edMWpzQww-wCLcBGAsYHQ/w400-h400/de69804351aa94b079432a61f1044f54.jpg" width="400" /></a></div><br /><p>A pocas cuadras de la casa de mi primera infancia, había un bosque.</p><p>En una ciudad más bien árida, esta mancha verde era parte de mi día a día. El colectivo que me llevaba al colegio pasaba rodeandolo, pero también era posible atravesarlo. A veces lo hacíamos con mi papá. Creo que de alguna forma él intuía que era algo que me gustaba. Lo recuerdo especialmente cuando caía nieve, aunque viví pocas nevadas de forma consciente. Recuerdo algunos sectores donde podían verse aún las vías abandonadas del tren y algún camino de tierra.</p><p>No tenía (ni posiblemente llegue alguna vez a tener) dimensión cabal de su extensión, se que hoy es solo un fragmento de su mejor momento. Pero arraigó permanentemente en mi cabeza y ha creado en mí una fascinación por los bosques fríos.</p><p>He aprendido también que, cómo podía imaginar por el lugar de su implantación, no se trata de un bosque natural. Sus altos eucaliptos llegaron con un inmigrante australiano muchas generaciones atrás, y aquel árbol se adaptó bien a las duras condiciones, al punto de afectar permanentemente el microclima del lugar.</p><p>Sospecho que el bosque nunca va a desaparecer del todo a pesar de su retroceso, pero no lo se realmente. No puedo evitar pensar en nuestra propia influencia en el medio, especialmente habiéndome convertido en inmigrante; y cuanto perduran las huellas de nuestras acciones, incluso las más pequeñas, como haber plantado una semilla en tierra foránea.</p><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-34529729223549719052021-09-13T23:40:00.005-03:002022-04-13T10:51:03.063-03:00Monotonía<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-ceIldbrFmaw/YUAKaXOCnBI/AAAAAAAABis/qCpduPgyQqElRBwT1lvXOTRWWG6eZFxdgCLcBGAsYHQ/s2048/constelaciones.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1257" data-original-width="2048" height="196" src="https://1.bp.blogspot.com/-ceIldbrFmaw/YUAKaXOCnBI/AAAAAAAABis/qCpduPgyQqElRBwT1lvXOTRWWG6eZFxdgCLcBGAsYHQ/s320/constelaciones.jpg" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><span style="color: #0000ee;"><u><br /></u></span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><span style="text-align: left;"><i>Esto ha ocurrido y volverá a ocurrir, </i>dijo Euforbo<i>. No encendéis una pira, encendéis un laberinto de fuego. Jorge Luis Borges: Los teólogos (1949)</i></span></div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Aunque mi mente racional jamás vaya a aceptar influjo alguno de los astros sobre nuestros destinos, creo haber sucumbido en cambio a una noción casi tan herética como aquella, aunque acaso más aceptable a mis cavilaciones.</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Todo sucede y se sucede en ciclos que se repiten. Lo intuimos en el comportamiento de la naturaleza, pero también nos encontramos atrapados en ellos, círculos de acontecimientos de los cuales no podemos escapar por falta de un grado mayor de conciencia: los atestiguamos pero sin memoria previa de lo sucedido, y por tal fatalidad experimentamos una y otra vez las mismas glorias pero también los mismos fracasos.</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Estos ciclos se dan en diferentes escalas y de manera similar, como un fractal. Repetimos errores de nuestros antepasados, posiblemente codificados parcialmente en nuestros genes, repetimos también un mismo patrón varias veces en nuestra vida natural, voluntariamente ciegos (¿o tal vez no?) a su forma, re viviéndolo como por primera vez hasta que se completan nuestros días. Tal vez incluso repetimos toda la historia universal una y otra vez como en un cuento borgeano.</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Quizá la clave pretendidamente encontrada en los astros no es otra que el oportuno descubrimiento de sus órbitas, que describen aquello que no podemos reconocer en nuestra propia existencia.</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Y si acaso alguien ha llegado a ser consciente de esto, no se debe a un don sobrenatural ni una inteligencia superior: se trata simplemente de la observación desde una frecuencia más amplia.</div><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-51203131158071313032021-09-08T00:08:00.003-03:002021-09-08T00:08:40.430-03:00Perspectivas<p>El futuro no existe.</p><p>Es un animal en eterna gestación, un embrión de género y especie indeterminada, cuyas fauces muchos temen por tal motivo. Es la suma de los miedos y deseos, la inmaculada concepción de fuerzas incomprensibles que siempre fallamos en anticipar.</p><p>El pasado en cambio, es familiar.</p><p>Está habitado de los recuerdos gratos y las pesadillas, casi siempre tan falsos y distorsionados como deseamos en el presente momento. Es la vara con la que se miden las nuevas experiencias y los ojos de quienes fuimos, juzgandonos por no vivir a la altura de lo esperado.</p><p>En el medio habitamos nosotros. Siempre buscando en el horizonte, sin advertir que todas las respuestas se encuentran en nuestras manos.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-j5im9inOSqg/YTgnMNeXtaI/AAAAAAAABfk/JSIkvOfi0uEgQ34Q6dzRaK9ZmStEgOz4gCLcBGAsYHQ/s800/JANUS-MONEDA-1.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="533" data-original-width="800" height="213" src="https://1.bp.blogspot.com/-j5im9inOSqg/YTgnMNeXtaI/AAAAAAAABfk/JSIkvOfi0uEgQ34Q6dzRaK9ZmStEgOz4gCLcBGAsYHQ/s320/JANUS-MONEDA-1.png" width="320" /></a></div><br /><p><br /></p><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-59491971253857116262021-08-15T12:34:00.002-03:002021-08-15T12:36:25.409-03:00#microrelato 03<p>Completada la construcción del artefacto, no esperó ni un minuto para subir al diminuto chip el contenido total de su conciencia.</p><p>Estaba satisfecho con toda su obra, pero huir de la obligación de terminarla era aún mejor.</p><p>Tomó el taladro por última vez y trepanó sus memorias.</p><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-56718819593397338312021-07-20T23:58:00.007-03:002022-04-13T10:53:44.295-03:00#microrelato 02<p>Un par de minutos más y todo concluirá. Mientras el tiempo se desangra en la pared, el botón destella una frecuencia distinta.</p><p>Una línea brillante contornea su rostro, aunque el día es frío.</p><p>Y entonces, un segundo de paz: es imposible retroceder. El botón se hunde bajo su puño.</p><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-18538611801268905832021-07-13T03:18:00.003-03:002021-07-17T01:09:50.165-03:00Revelación onírica<p><span style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; text-size-adjust: auto;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-CHQ2R8tHCTk/YO0vnrqpw6I/AAAAAAAABbE/FORVkj6iaKcDrN3emQf_CbsC9xSQPvC_wCLcBGAsYHQ/s2048/62FFB070-F044-4C65-96A7-0777C6A49507.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://1.bp.blogspot.com/-CHQ2R8tHCTk/YO0vnrqpw6I/AAAAAAAABbE/FORVkj6iaKcDrN3emQf_CbsC9xSQPvC_wCLcBGAsYHQ/w320-h240/62FFB070-F044-4C65-96A7-0777C6A49507.jpeg" width="320" /></a></div><br /><p style="text-align: left;">Rabo entre las patas y hocico casi rozando el pavimento, no necesita levantar la vista mientras se dirige sin atisbo de duda hacia el portal donde a menudo recibe una pedrada o un pan. Hoy la suerte le sonríe y una conocida mano le arroja un hueso que aún retiene el recuerdo de la carne.</p><div style="text-align: left;"><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-size-adjust: auto;"><span class="s1">Con la fortuna del día se dirige a un rincón oculto. Sabe que su presencia es tolerada por quienes están de paso y lo cruzan accidentalmente, pero repudiada con disgusto y, en ocasiones, asco por quienes lo ven varias veces al día, así que trata de esquivarlos y hacerse mudo e invisible. </span></p><p class="p2" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 20.3px; text-size-adjust: auto;"><span class="s1"></span><br /></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-size-adjust: auto;"><span class="s1">Ha sido bendecido con al menos no tener que disputar con otros indeseables por el húmedo suelo que lo abriga parcialmente de las miradas y la intemperie.</span></p><p class="p2" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 20.3px; text-size-adjust: auto;"><span class="s1"></span><br /></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-size-adjust: auto;"><span class="s1">Sueña con una abrigada realidad de caricias cuya existencia nadie le ha referido y sin embargo puede intuir en sonidos y aromas que sus sentidos captan en medio de aquel ambiente hostil, que le aseguran que existe un lugar mejor. Es que en sus sueños habitan también cosas veladas a su naturaleza pero que inexplicablemente discierne, donde puede verse surcando los cielos, probando manjares y vistiendo su color favorito. Tal vez en otro espacio y tiempo. Tal vez en la próxima vida.</span></p><p class="p2" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 20.3px; text-size-adjust: auto;"><span class="s1"></span><br /></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-size-adjust: auto;"><span class="s1">Pronto es tiempo de despertar y volver a recorrer la calle. </span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-size-adjust: auto;"><span class="s1"><br /></span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-size-adjust: auto;"><span class="s1">Foto: <a href="https://www.flickr.com/photos/simonpocock/318435386">Pompeii dog de Simon & Vicki</a></span></p></div><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-42527187449731873362021-06-07T10:00:00.009-03:002021-06-07T13:54:38.401-03:00#microrelato 01Los espejos de la casa devuelven un rostro torvo que lo interpela. Diez años atrás renunció al mundo y este lo encontró en su reclusión a través de la red que usaba para subsistir.<div><br /></div><div>Cortó los vínculos que le quedaban y no halló paz. Entonces destrozó cada superficie reflectante.</div><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-15456370390214745532021-05-18T20:00:00.004-03:002021-06-07T13:57:24.192-03:00restos insepultosUn minuto torna en diez y una hora en menos de la mitad,<br />tras los acostumbrados signos emergen nuevos significados<br />que desbordan el mensaje,<br />y envenenan al observador.<div><br />Abandonar el ostracismo despertó preocupaciones olvidadas.<br />Los adormecidos miembros resisten el flujo de la sangre<br />porque el letargo fue más cómodo de lo esperado,<br />y hubiera sido mejor para todos que no terminara.<br /><br /></div><div>El reloj da nuevos saltos<br />pero siempre en un mismo sentido.<br />Antes, para empezar de cero, bastaba con alejarse.<br />Ahora solo queda un lugar suficientemente distante.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://draft.blogger.com/#"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-KQXmSbNOOxg/YKRGhhwiSxI/AAAAAAAABZs/vYEKe2pVb-sRoVaf6DbX8YDnSvk-gpXOgCLcBGAsYHQ/s320/60a44593e369b.jpg" /></a></div><br /></div><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-10782234668836091062021-05-08T02:51:00.002-03:002021-05-08T02:51:16.472-03:00Silencio<p>En el Fin, el vacío reclamaba nuevamente el medio desértico. El espejo de las aguas permanecía imperturbable ante el intenso brillo del último amanecer.</p><p class="graf graf--p" name="2b9b">Nada fue dicho, porque no había más por hacer. El silencio se apoderaba inmisericorde del aire, que ya no volvería a vibrar, a medida que la luz era sorbida y el espacio se deformaba infinitamente para ser comprimido en un punto sin dimensiones. Un punto final, allá, en la confluencia de todo.</p><p class="graf graf--p" name="23fe">Un punto que, cuando se complete el silencio, será también lugar de partida, renacimiento y un nuevo mito. Una nueva oportunidad para Ser.</p><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-10652638094142678512021-04-30T13:23:00.007-03:002021-04-30T13:24:17.141-03:00Sueño profundo<p>Aun no promediaba su vida, pero ya tenía la vista cansada.
Sus días habían sido pocos y malos. Ante esto, el gozo mortal parecía
insignificante y el inmortal demasiado abstracto.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Ya había decidido entregarse a la irrelevancia de un efímero
paso por el mundo, cuando conoció el ímpetu del océano. Por primera vez en su
vida algo lo llamaba a abandonar la conformidad de su autosuficiencia y
entregarse a la curiosidad que había abandonado en la infancia.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Pero tal vez aquel primer llamado de Jemanjá resultara
demasiado abrumador, porque pasó los siguientes años persiguiendo otras cimas,
mientras un azul profundo colonizaba lentamente los rincones de su conciencia y
hasta se presentaba mientras dormía.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">En un desesperado intento por desalojar aquella obsesión, procuró
por última vez abrazar la existencia que voluntariamente había despreciado, y
esta vez le resultó incluso gratificante. La vida no era tan complicada como
recordaba, la compasión por sus semejantes fluía naturalmente y hasta posiblemente
ayudó a alguien. Pero por todo este amor profesado y recibido en su mente solo evocaba
la imagen de un hormiguero, de sus filas vomitando químicos y procurando la próxima
iteración de sus números.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Volver a la vida ocasionalmente puede ser un asunto dichoso —pensó—,
y sin embargo resulta terriblemente destructivo de la estabilidad que solo saben
edificar las lágrimas y el tiempo. El género humano no merece el reiterado
quebranto del espíritu.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Entonces la decisión que había postergado ahora arrebató su
voluntad: era tiempo de abandonar todo y despertar al Leviatán, o unirse
eternamente con él en su profundo sueño.<o:p></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-jlswV8MlM7w/YIwuvhmCVfI/AAAAAAAABZE/qayz3cSrL-onoc4a0JBqnXBVJiV5pyoyQCLcBGAsYHQ/s696/ocean-UT-696x474.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="474" data-original-width="696" height="272" src="https://1.bp.blogspot.com/-jlswV8MlM7w/YIwuvhmCVfI/AAAAAAAABZE/qayz3cSrL-onoc4a0JBqnXBVJiV5pyoyQCLcBGAsYHQ/w400-h272/ocean-UT-696x474.jpeg" width="400" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><br /></p><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-12561409469484710572021-04-29T18:13:00.011-03:002021-06-07T13:58:20.020-03:00NonatoNo existió y aún así se materializa constantemente en recuerdos. No tendrá jamás un rostro pero sus muecas evocan fragmentos de humanidad que vibraban en la atmósfera acompañando frecuencias de sentimientos reales.<br /><br />No tuvo un cuerpo, pero sus extremidades podían abrazar el planeta en un instante. Ahora, en cambio, tiene uñas afiladas que perforan la piel y dejan testimonio de su actual condición: Laceraciones fantasmales que trazan cicatrices de un futuro imaginario.<br /><br />No puede importarle lo que cualquiera piense de ello, porque fue una entelequia y ahora solo es una conjetura fallida, sin embargo su realidad por momentos es monstruosa, como solo pueden ser los mitos.<br /><br />Se encuentra para siempre atrapado en un limbo conformado por fantasías y mentiras que pretenden cobrar vida cuando nos las contamos con convicción.<div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-16127073569030505682021-03-23T23:58:00.006-03:002021-03-23T23:58:59.886-03:00De la voz de Dios<p>No fue encontrada en los sermones cansinos, ni habitaba el oropel de las fachadas. Aun el dogma desconocía su paradero.</p><p>Pero resonó en la sabiduría de otra alma extraviada que nos acompañó a libar la locura. Vistió de sonrisa el rostro de quien languidecía en el atrio, mirando sin ver hacia afuera del templo. Se cristalizó para siempre en un inesperado temblor de felicidad, aun sabiendo que no iba a permanecer más que en sus ecos.</p><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-15481827535957344022021-03-18T02:30:00.003-03:002021-06-07T13:59:25.190-03:00AbluciónLa lluvia lava las calles, se transforma en un líquido negruzco que alimenta a los imbornales y deja charcos de espejos tornasolados.<br /><br />Arrastra a su paso hollín y desesperación, gritos ahogados de la ciudad que conjugan arrepentimiento y anhelos, sordos estertores de lo que nunca llega a ser.<br /><br />Gimen monumentos a través de grietas temporales iluminadas por los rayos, sus corceles congelados transpiran una idea de victoria abandonada para siempre: serán vencedores de batallas desconocidas, y por todo su legado quedarán unas cuantas letras oxidadas orientando las esquinas.<br /><br />Entre los sonidos que sobrevuelan el rumor de la cortina de agua, se agita por última vez en el aire una exhalación, quizá la <i>petite mort</i>, quizá un alivio más duradero.<div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-47396332116911274982021-02-12T00:28:00.003-03:002021-06-07T10:25:59.296-03:00Cresta<p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Pies<br />lentos<br />transitan<br />el<br />filo<br />—a los costados se adivina el vacío, que es un sólido
invisible.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span lang="ES-AR" style="font-size: medium; mso-ansi-language: ES-AR;">Avanzar
acerca el cielo, y éste se presenta al alcance de la mano. Partículas que atestiguan
regularmente la divinidad, acarician la piel. La humedad alcanza las grietas
del ánfora; extiende su utilidad al tiempo que sella su destino.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="font-size: medium;">En el final
del camino, todo deberá terminar unido. Los pasos trastabillantes, el peñasco y aún el vacío.</span><o:p></o:p></span></p><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-29212565338600231992021-01-31T00:47:00.000-03:002021-01-31T00:47:02.329-03:00BestiaEspera agazapado por la llamada al festín. Su oportunidad para atacar es una ventana que se abre ocasionalmente, pero quienes lo han visto actuar saben que la aprovecha con una eficiencia maquinal. Vive en el mismo rincón de siempre, pero se ubica a mis espaldas todo el tiempo, para que no pueda conocer su rostro.<div>Quienes lo han enfrentado y derrotado saben que las secuelas de la batalla son permanentes, que aquel terror una vez sentido no puede ser olvidado, pero al menos el recuerdo es incapaz de lastimar como sus fauces. Su forma no se adivina animal, sus límites parecen difusos pero son oscuros como la certeza de su presencia.</div><div>Si su infernal aliento no lo delatara cada vez que se acerca, seguramente hubiera sido su presa hace ya mucho tiempo. Ahora vivo en guardia, esperando su próximo ataque para quizá terminar con él, antes que pueda hacerlo conmigo.</div><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-46298093551483460642021-01-12T03:00:00.000-03:002021-01-12T03:00:58.875-03:00Pliegues en el espacio nocturno<p>La oscuridad son techo y paredes invisibles. Pueden albergar el lugar donde el hombre se entrega a sus pasiones, pero fundamentalmente comprimen el mundo a un tamaño que excede por poco a una cabeza, al tiempo que sus confines se perfilan muy lejanos.</p><p>Tumbado frente —o de espaldas— al universo, la infinitud del espacio parece estar al alcance de la mirada y de repente todo lo que ha sucedido y lo que aún sucederá vuela a baja altura.</p><p>Los largos minutos del día vuelven por ráfagas, las risas resuenan prolongadas aunque las tristezas también parecen amplificarse y se sienten insondables.</p><p>“Todo duerme en derredor” o al menos lo aparenta, la ciudad descansa en silencio. En la última mente que se niega a descansar, se apagan destellos finales de lucidez para terminar de cerrar a los mortales aquel espacio ciego que no volverá a abrir su espesura.</p><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-55320665685340348572020-12-28T15:11:00.002-03:002020-12-28T15:18:50.325-03:00mens sana<p>Ninguna mente racional procuraría lograr determinados resultados llevando adelante las acciones más diametralmente opuestas al supuesto cometido. Parece difícil terminar riendo cuando cada decisión se enmarca en una tragedia. Hay, no obstante, una maquinaria perversa íntimamente programada en la humanidad que parece ciega ante el absurdo y fomenta esta lógica, tumbando repetidamente los esfuerzos de sus miembros.</p><p>Hay también una alternativa análogamente contradictoria: buscar cambios a través de la inercia, dejar que todo encuentre su curso hasta resolver aquello que resulta incómodo, como si la nada hubiese sido alguna vez capaz de crear y el reposo no fuese más parecido a la muerte.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-LrNI6OVlN2U/X-ohRNGyiOI/AAAAAAAABVw/pJHb4GtSXREjJr5diaXiAj9p7ZLev-9SQCLcBGAsYHQ/s1600/Sisyphus-Titian-1548-49-Prado-Museum-Madrid.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1410" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-LrNI6OVlN2U/X-ohRNGyiOI/AAAAAAAABVw/pJHb4GtSXREjJr5diaXiAj9p7ZLev-9SQCLcBGAsYHQ/s320/Sisyphus-Titian-1548-49-Prado-Museum-Madrid.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">"Sísifo", Tiziano</td></tr></tbody></table><p><br /><br /></p><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9744754.post-3618412405714097382020-12-21T23:30:00.001-03:002020-12-21T23:30:54.993-03:00Planetas<p>Hoy no puedo imaginar la tarea de desenmarañar una oración. Quizás tampoco pueda hacerlo mañana. Sólo podría espiar mi entorno para tratar de armar listas. Listas sin otro objeto que el de evitar que pronto deje de reconocer el mundo exterior y deba encontrarme solo con formas indiscernibles.</p><p>Empezaría por la hilera de hormigas que transportaban trozos de hojas y alguna que otra basura. Más allá, un taxi acercándose sin prisa hacia el hospital. Un bache, el mismo, todos los días. Gente corriendo de espaldas al sol, como escapando de él. El simulacro de un arma silenciosa que nos apunta y la que respondemos con una media sonrisa mientras esperamos tener la piel lo suficientemente fría. Una nueva hoja de papel pegada precariamente con cinta. Un arrugado billete de 100. Un ave que mira sin ver a través del vidrio, o que quizá admira el reflejo que repite sus gestos. Otro bache, uno nuevo. Un can durmiendo al abrigo del sol. La calzada recién barrida. La llave que siempre prometo eliminar del llavero, luego la correcta. El aroma del verano, una nueva vuelta al sol es confesada en el beso de feromonas que inunda sin pudor el aire y nos rodea.</p><p>El ruido de las cigarras despertando en una tarde calurosa. Un encuentro sopresivo con el propio reflejo parece despertarnos de un trance y luego, solo queda el ruido de las máquinas rodando y el aroma del polvo levantándose.</p><p>Otra vez las hormigas, pronóstico de vaya uno a saber qué.</p><p>Y entonces, llega la oscuridad. En la inmensidad del firmamento, los errantes se encuentran.</p><div class="blogger-post-footer">www.calamocurrente.com.ar</div>Antonio Velasquezhttp://www.blogger.com/profile/02085710410192503653noreply@blogger.com0